lunes, 15 de noviembre de 2010

¿Qué hacemos con el dólar?

Hace unas semanas un amigo mío español "con plata" finalmente me pidió que le analizara su cartera de inversiones que tiene hace ya muchos años en un gran banco global,  que le ha rentado poco. La conclusión fue justamente esa, había rentado menos de 2% en 10 años en dólares, pero lo que más me llamó la atención es que tenía prácticamente nada o muy poco invertido en los países emergentes. 

Este hecho grafica muy bien lo que nos está pasando en cuanto al "chorro" de dólares que estamos recibiendo. Las grandes platas del mundo que manejan los bancos privados, las fundaciones, los fondos de pensiones, etc., están recién empezando a destinar parte de sus activos en los mercados emergentes y eso significa que nos han entrado y nos seguirán llegando muchos dólares. Nunca había llegado tanta plata a acciones y bonos como este año a los mercados emergentes. Este cambio se cree que es estructural y no pasajero, como ha sido en otras oportunidades, en que hemos sufrido la volatilidad de estos flujos. 

 El mundo desarrollado (Europa, EEUU y Japón) tiene un excesivo endeudamiento y bajo crecimiento, lo que ha minado las esperanzas de un futuro próspero para ellos. Hoy día hay que mirar para el sur  y reevaluar las estrategias: y son los emergentes los que presentan la solvencia y prosperidad atractiva en el mediano y largo plazo;  los inversionistas tienen que elegir entre un crecimiento del PIB cercano al 1% y 2 % para Europa y EEUU,  versus un crecimiento de un 6% para Chile, 7% para Brasil o un 8% para Perú, con un endeudamiento fiscal menor al 40%. 

Sin embargo, esto no es gratis. Nos enfrentamos a que la fuerte demanda por commodities y la llegada de dólares ha empujado nuestra demanda interna, pero ha apreciado significativamente nuestras monedas. A esto se suma la agresiva política monetaria que promueve EEUU que busca tener por mucho tiempo las tasas de interés en un nivel bajo (tanto la de los fondos federales como la de los bonos del Tesoro de largo plazo) para reactivar la economía. 

Respecto a Chile, hoy estamos más de moda que nunca. A la ya excelente clasificación de riesgo que ostentamos, se suma la percepción de un país esforzado y capaz de enfrentar los desafíos con profesionalismo y eficacia. Un ejemplo de ello son los 33 mineros. Esto potencia la ya importante entrada de dólares que estamos viviendo por la excelente percepción externa y por la fuerte demanda de nuestro principal metal. 
La otra cara es la competitividad de nuestra moneda. Este exceso de dólares en manos de chilenos ha impulsado a los exportadores (e incluso al gobierno) a invitar al Banco Central para que salga al rescate. ¿Es la compra de dólares una medida efectiva? Pienso que no. Las nuevas platas que recibiremos de los fondos de inversiones, bancos privados, fondos mutuos, etc., parecen haber cambiado el equilibrio de manera fundamental, no temporal. Dicha medida no modificará el problema de fondo: nuestra moneda vale más. 

Para mí, la respuesta es la productividad y la eficiencia. Deberemos aumentar la exportación de servicios -yo ya lo estoy haciendo con mi amigo español-; en otras palabras, creatividad, inventiva y mucho trabajo para cambiar nuestra forma de producir bienes y servicios. 

Por último, la reciente ampliación del límite de inversión internacional de las AFP que anunció el Banco Central, que en el corto plazo no debería tener un impacto importante, se alinea con lo que busca el gobierno de fortalecer y equilibrar la cuenta de capitales, pero también creo que debiera ir más lejos y abstenerse de vender dólares. Nuestras reservas de afuera debieran aumentar y aumentar y aumentar, como lo hace China.

http://blog.latercera.com/blog/murodenegocios/entry/qué_hacemos_con_el_dólar

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